Lagrimas que parten el alma...

 Benjamín:

Sabía que Casandra estaría con él, nunca imagine que fuera tan pronto el momento en el que Damián se dejaría de misterios, aun así mi cometido estaba con ella y debía cumplirlo aunque eso significara mi muerte.

Cuando Matías le dio la segunda oportunidad no creí que sus heridas sanaran tan pronto, pero era de esperarse, Casandra tenía toda la voluntad de no partir antes de tiempo.

Recostada sobre la cama, me senté a su lado esperando recuperar su mente, la abrace, quise que ella notara mi presencia, mi calor, pero sobre todo mis ganas de amarla, para que no tardara en volver. En si ella emanaba un cálido aroma, me resultaba familiar ya que aquella vez en la lluvia, percibí lo mismo.

Que ganas de abrazarla, de saber que todo aquello era solo una fantasía, que todo lo que ella tendría que pasar no fuese verdad, no quería dejarla ir, no quería apartarla de mi lado. Una lagrima rodo por mi mejilla, ¿cuánto tiempo más tendré que estar así?, en espera de lo que menos deseaba y sabia que afectaría a la humanidad.

.-Casandra amor mío, siempre te querré a mi lado, pero las circunstancias no me lo permitirán, se que en este momento estás conmigo, pero tu alma se encuentra con él, con esa persona a la que tu amas y no dejaras de amar, me odio a mi mismo por no ser yo el que te salvara, todo esto habría sido diferente, y también se que no somos de esta realidad al menos no la de este mundo, de la que te hice formar parte pero daré mi vida por ti si es necesario, para que tengas un poco de lucidez en tu enfrentamiento, por siempre serán mis deseos, te habla la persona más odiada por ti, cuando descubras la verdad, veras que no soy lo que aparento, pero lo único que llego a pensar es en que te amo.-